¿En bajada?


Es posible que esté equivocada, aunque cada quién es libre de interpretar su mundo interno como mejor le parezca, es más, sobre este particular podría tomarse como una gran verdad  señalar que ni el  sistema más totalitarista puede secuestrar tu fuero interno, lo que recrea tu mente, el libre vuelo de tu imaginación.

Hasta ahora he sentido mi vivir como una subida constante, un ejercicio parecido a escalar peldaños, donde la cima se encuentra representada por lo más alto de un artefacto similar a un tobogán. 

He subido a conciencia, poco a poco, tratando de llegar a ¿la meta? ¿Realmente es así? Y si es así ...¿qué representaría esa meta?. Sin caer en absolutismos podría describirla como un estado de sosiego, de reposo, (en sentido figurado) donde me corresponde sentarme por un rato y mirar el horizonte.

¿Mirar atrás? Lo intenté, trabajando mi memoria y el agradecimiento por los momentos vividos hasta ahora, incluso comencé a escribir algunos chispazos de calendario, no me pareció afortunada la idea, a fin de cuentas ¿a quién podrían interesarles? Son tan propios, tan exclusivos que encuentro difícil que alguien pueda identificarse con ellos. Los que pude escribir quedaron en una ventana de borrador, a lo mejor más adelante me animo y continúo mi recuento personal.

A pesar de mi apreciación ...recuerdo mañanas luminosas, temores ante posibles ausencias, elucidar el futuro, compartir momentos maravillosos y extraordinarios con gente significativa e importante, en fin podría resumirlo en la expresión que diría darle significado a la palabra felicidad. Mi ruta, mi viaje.

Ayer tenía muchos sentimientos encontrados, rondaba entre la nostalgia y la melancolía ante un calendario que avanza impenitente, afortunadamente aparecieron unas palabras maravillosas que me indicaron que más que medir es necesario celebrar la vida. Podría entonces tomar las palabras de "El Principito" de Antoine de Saint - Exúpery, cuando criticaba a los "hombres serios"" que sólo se dedicaban a sacar cuentas y a sumar:

"Conozco un planeta en el que hay un señor coloradote. Nunca ha olido una flor. Nunca ha mirado una estrella. Nunca ha querido nadie. Nunca ha hecho más que sumas. Y todo el día anda repitiendo como tú ¡Soy un hombre serio!, ¡Soy un hombre serio!. Y con eso se hincha de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!"

No quiero ser hongo, no quiero sucumbir ante lo superficial y a lo extremadamente evidente. Sí, me llevará toda la vida lograrlo, no luchar sería algo así como claudicar. ¿Equivocaciones? Muy posiblemente las cometa, no soy perfecta, de eso se trata el maravilloso mundo del aprendizaje. Sólo espero contar con la suficiente humildad para rectificar el camino.

Empieza la bajada, todo irá a velocidad de vértigo, apresurado, y yo testaruda como siempre, en ocasiones le haré el frente solicitando un respiro. 

En este momento tengo a mi alrededor muchas circunstancias por qué regocijarme, la mayoría de ellas las medité, las trabajé, en mi mente fueron deseos, aspiraciones legítimas que pude materializar. Otras en cambio fueron locura absoluta, magnífica, que incluso pueden caer en el campo de las recriminaciones, bueno, independientemente de las consecuencias representaron sensaciones, emociones que estarán en mi equipaje sentimental durante toda mi ruta.

En este momento se asoma como un oleaje a mi orilla, la idea que meses atrás aportó uno de mis estudiantes, cuando define maravillosamente a la mente  como  algo personal, algo así como la descripción científica de nuestra alma, el área más privada y pura del individuo. Me parece que es  una apreciación muy acertada.

Nuestros pensamientos pululan en nuestra mente de una forma muy particular, tienen una definición propia, se manejan con total autonomía y en ocasiones pueden rondar en las fronteras de la anarquía, no importa, cuando se proyectan hacia el exterior pueden tomar una forma totalmente diferente a como fueron concebidos y en el peor de los casos sólo representan la mutilación de sentires, pesares y hasta placeres.

¿En bajada? ¿Por qué no? Es una forma de ver el recorrido, la celebración, el disfrute, el ejercicio de maravillarse. Espero que a pesar de la rapidez no pierda la capacidad, la disposición y el bienestar para  vivir intensamente cada momento compartido. 

¿Servirá de algo la experiencia? 

Creo que será tema de otra reflexión, la dejo como interrogante ...

24 horas: (hasta el sueño tiene significado)
Despertar melancólico, compartir un espacio de tiempo maravilloso con los protagonistas de mi orígen, estar con mis seres queridos, sentir el amor. ¡Gracias ...mil gracias!

Tres regalos con dedicatoria ...



Comentarios

  1. Que escrito tan honesto. Tan bonito. Y con el que puedo identificarme plenamente...
    Hasta hace bastante poco, pensaba en ese mismo tobogán, pero he bajado y vuelto a subir tantas veces, que lo cambié a montaña rusa. Unos tiempos son tranquilos, otros de vértigo! otros para coger impulso...
    Asi que me alegra por esas canciones con dedicatoria, me alegro por esa foto tan dulce (literamente) y poque la tecnologia me permitió, desde este rincon del mundo, brindar contigo y acompañarte un ratico tambien.
    Un gran abrazo Sol.
    Cariños,
    Mar.

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  2. Gracias Mar por esa alegoría de la montaña rusa.

    Así mismo califico a la vida misma, ¿recuerdas la canción de Keane que compartí meses atrás en facebook y cuyo video para mi era una representación de esto?
    Para mi mundo interior, en este momento, el tobogán ha significado una imagen bastante acertada de mi sentir, sin dejar dentro de las posibilidades y a medida que transcurra el calendario que mi percepción pueda verse modificada. No soy partidaria de los absolutismos.

    Agradecida de verdad por tenerte cerca desde la virtualidad y la maravillosa tecnología.

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